Hipertrofia muscular es el crecimiento en el tamaño de las fibras musculares. Existe una consistente correlación entre el tamaño de un músculo y su fuerza, esto quiere decir que un músculo más grande es un músculo más fuerte. La hipertrofia muscular es un proceso que proporciona muchos beneficios para la salud. No obstante, los límites superiores del tamaño muscular que se pueden lograr se relacionan con la predisposición genética de cada individuo.
En personas físicamente inactivas, que no realizan ejercicios de resistencia, el máximo de masa muscular en la mujer se encuentra entre los 16 y 20 años y en el hombre entre los 18 y 25 años. Desde la tercera década de la vida, se observa una pérdida paulatina del tejido muscular esquelético estimada entre el 3 y 8% por década hasta los 50 años de edad. A partir de de esta edad comienza una disminución pronunciada de masa muscular que alcanza porcentajes del 12 al 15% por década culminando en un proceso biológico conocido como sarcopenia, condición patológica en la cual hay pérdida de masa y de fuerza muscular, lo que condiciona en personas mayores, inestabilidad de la marcha, alteración del equilibrio corporal y riesgo de caídas y fracturas.
Existen dos tipos de hipertrofia muscular: sarcomérica y sarcoplasmática. Sin embargo, hay mucha controversia al respecto, ya que estos dos tipos aparentemente distintos de hipertrofia no se dan en forma aislada y exclusiva. Muchos expertos opinan que las diferencias entre ambos tipos de hipertrofia son mínimas ya que ambas coexisten con predominio de una de ellas. Cualquier tipo de entrenamiento de pesas genera desarrollo muscular de ambos tipos, pero en función de los estímulos que se realicen en el programa de entrenamiento se destacará más un tipo u otro.
En la hipertrofia muscular sarcomérica, conocida también como miofibrilar, aumenta la cantidad de proteínas contráctiles en las miofibrillas y también aumenta del número de sarcómeros, que son las unidades contráctiles. Se genera un mayor volumen muscular con mayor producción de fuerza. Este tipo de hipertrofia se observa especialmente en atletas de levantamiento de peso o de fuerza en general, ya que no da un aumento muscular voluminoso. No todos los músculos crecen de igual forma, ya que depende fundamentalmente del tipo de fibras musculares existentes. A pesar que pueden hipertrofiarse todos los tipos de fibras musculares, la mayoría de los estudios han mostrado un efecto más marcado de hipertrofia en las fibras musculares de tipo II o rápidas que en las de tipo I o lentas.
En cambio, en la hipertrofia sarcoplasmática aumenta el volumen muscular a expensas del sarcoplasma por mayor cantidad de agua y acumulación de glucógeno, sin que exista un aumento importante de las proteínas contráctiles ni de los sarcómeros. El músculo adquiere gran tamaño pero con poco aumento de la fuerza. Este tipo de hipertrofia es propia de atletas de fitness y de fisicoculturistas.
Las etapas para lograr la hipertrofia muscular serán tratadas en otros artículos. Ellas son: 1) estímulos de resistencia; 2) aportes nutricionales adecuados; 3) activación muscular para producir fuerza; 4) participación de hormonas anabólicas; 5) activación de células satélite y 6) síntesis proteica.
Dr. Renato Orellana Chamudis