Los bioelementos son elementos químicos que están presentes en los seres vivos. Alrededor del 96% de la masa del cuerpo humano está formada por cuatro elementos químicos, denominados bioelementos primarios: oxígeno (65%); carbono (18,5%); hidrógeno (9,5%) y nitrógeno (3%). Ellos son la base de las principales moléculas orgánicas como hidratos de carbono, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos que participan en la configuración estructural, en la generación de energía, en el crecimiento y en la reproducción de todas nuestras células. El resto de la masa corporal está formado por una veintena de elementos químicos, conocidos en la práctica como minerales, y que se agrupan en macro minerales (medidos en gramos), micro minerales (medidos en milígramos) y oligoelementos (medidos en microgramos).
El hidrógeno y el oxígeno forman el agua (H2O) que es el principal componente de nuestro cuerpo y su porcentaje en relación a la masa corporal oscila desde 75% al nacer hasta cerca de 65% en la edad adulta. La mayor parte del agua se encuentra dentro de las células (compartimento intracelular). El resto (compartimento extracelular) comprende los líquidos: intersticial (entre las células); intravascular (plasma sanguíneo) y transcelular (interior del tubo digestivo, orina en las vías urinarias, vapor de agua en el árbol respiratorio, líquidos pleural, pericardíaco, peritoneal, cefalorraquídeo y sinovial; líquido intraocular y lágrimas).
Los siguientes son los macro minerales (entre paréntesis se anota su porcentaje en relación a la masa corporal total de cada persona):
–Calcio (1,5%). El 99% del calcio se encuentra en el esqueleto y dientes, el 1% se distribuye en el líquido intracelular y extracelular. En el medio intracelular es un factor insustituible para la excitabilidad y contracción de la musculatura cardíaca y estriada y además actúa como segundo mensajero que interviene en la liberación de secreciones: neurotransmisores, exocrinas (amilasa) y endocrinas (insulina, aldosterona). En el líquido extracelular (fracción iónica) participa como cofactor en la coagulación, actúa en la mineralización ósea, estabiliza las membranas plasmáticas regulando su permeabilidad a los iones Na+.
–Fosforo (1,0%). Es un componente esencial de los ácidos nucleicos: ADN (que almacena y transmite la información genética) y ARN (que dirige la síntesis de proteínas); integra los fosfolípidos, que forman parte de las membranas celulares; junto con el calcio forma la hidroxiapatita que constituye la base inorgánica de los huesos, así como de la dentina de los dientes; las células lo utilizan para almacenar y transportar la energía mediante el ATP (adenosín trifosfato); es uno de los mecanismos principales que regulan la actividad de las proteínas intracelulares mediante adición y eliminación de grupos fosfato en estas moléculas (fosforilación y desfosforilación, respectivamente).
–Azufre (0.3%). Se encuentra en dos aminoácidos: metionina y cisteína, que son constituyentes de numerosas proteínas de importancia biológica. Participa en la conformación de puentes disulfuro, que son enlaces de tipo covalente que le permiten a estas macro moléculas establecer plegamientos y configuraciones tridimensionales especificas. La metionina es un aminoácido esencial (debe ser aportado por la dieta) el cual es indispensable para la biosíntesis de cisteína, carnitina, taurina, lecitina, fosfatidilcolina y otros fosfolípidos. El azufre también forma parte de: a) dos importantes vitaminas del complejo B: tiamina (vitamina B1) y biotina (vitamina B8); b) glucosaminoglicanos (queratán sulfato, condroitín sulfato, heparán sulfato) que constituyen la substancia fundamental de los tejidos conjuntivos; c) la queratina, proteína de estructura fibrosa, que es el componente principal que forman las capas más externas de la epidermis y de los anexos de la piel: pelos y uñas, que tiene un porcentaje de azufre que oscila entre el 2% y el 18% de acuerdo con la dureza del tejido (el pelo seco tiene un 5% de azufre); d) del glutatión, tripéptido compuesto por glutamato, cisteína y glicina, sintetizado en nuestro organismo y que tiene efectos antioxidantes que neutralizan los radicales libres, con lo cual se previene el daño celular y se refuerza la función inmunológica; e) de proteínas que participan en la cadena respiratoria del transporte de electrones de las mitocondrias, asociado al fierro.
–Potasio (0.4%), Sodio (0.2%) y Cloro (0.2%). Son muy abundantes en la naturaleza y se les conoce como electrolitos puesto que en nuestro organismo aparecen disueltos en agua y en forma de iones. Son fundamentales para la vida porque participan en el mantenimiento del equilibrio ácido-base a la vez que regulan la cantidad total de agua y su distribución en el organismo. El sodio y el potasio son metales alcalinos muy reactivos, especialmente con el agua. Ayudan a la célula a conseguir la energía necesaria para el transporte de diversas moléculas a su interior (glucosa y aminoácidos) a través de la bomba sodio-potasio y son necesarios para la generación y transmisión del impulso nervioso a los músculos y para la contracción muscular. El sodio es el catión más abundante en el medio extracelular y el potasio es el catión más abundante en el medio intracelular. El sodio regula la presión arterial y su exceso provoca aumento de la presión arterial (hipertensión arterial). El potasio participa en la contracción del músculo cardiaco y regulación del ritmo cardíaco, y promueve el desarrollo celular a través de la síntesis de proteínas. El cloro en estado puro, es un gas venenoso. Sin embargo, en la naturaleza suele encontrarse en compuestos químicos como cloruro de sodio y cloratos, ya que reacciona con facilidad con otros elementos. Estas sales son, al contrario que el cloro gaseoso, indispensables para la vida. El cloro es el anión más abundante, es necesario para mantener el balance de agua en la sangre y en el líquido intersticial, ayuda al hígado a eliminar toxinas y participa en la activación y regulación de la función muscular, además de ser uno de los componentes del jugo gástrico.
–Magnesio (0.1%). Es un mineral intracelular junto con el potasio. Cerca del 60 % está en los huesos, el 26% en los músculos y el resto en los tejidos blandos y líquidos corporales. Se concentra especialmente en el corazón, hígado, cerebro y riñones. Está involucrado en la activación de por lo menos 300 diferentes enzimas y otros agentes químicos corporales. Activa a vitaminas del complejo B y juega un papel importante en la síntesis de proteínas, en la excitabilidad de los músculos y en la liberación de energía. Se encuentra principalmente en las mitocondrias, que son los centros de energía de las células. Regula la absorción del calcio y la acción de la hormona paratiroidea; contribuye a la integridad de huesos y dientes; y cumple una función esencial en la secreción y la acción de la insulina.
Dr. Renato Orellana Chamudis.